Ni sartén ni aceite: el sencillo truco de José Andrés para que las torrijas queden más ricas que las de tu abuela
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En Semana Santa hay un postre que nunca falta: las torrijas. Suaves, ricas, húmedas, con ese toque a canela que sólo aparece en estas fechas. Se pueden comprar en cualquier panadería, pero también puedes hacerlas en casa. Y lo mejor es que no necesitas llamar a la abuela para que te de la receta por teléfono. Porque aunque este dulce esté lleno de tradición, chefs como José Andrés tienen trucos bajo la manga (respaldados por años de experiencia) que funcionan muy bien
El truco es fácil, práctico y no debes freír nada. No vas a manchar ni llenar de olores a aceite durante dos días, sólo tendrás unas torrijas cremosas por dentro con una capa superior caramelizada que le encantará a toda la familia y, seguramente, te pedirán la receta.
Este es el truco del chef José Andrés para que las torrijas queden más sabrosas
José Andrés lo ha dejado claro en su programa Vamos a cocinar: su torrija no se fríe. Nada de aceite burbujeando, sino que el truco está en la leche de coco. Él recomienda que sea sin azúcar, y luego ajustar el dulzor con azúcar al gusto (unos 200 gramos por litro de leche es lo que usa como referencia).
La infusión se hace con canela, piel de naranja y limón (sin nada de parte blanca) y se calienta todo en microondas durante un minuto y medio.
Para el pan de la torrija no se usa nada de barras corrientes. Aquí entra en juego el brioche o el pan de leche, que se empapa bastante en esa mezcla caliente. Después, se tapa el bol para que el pan crezca. José Andrés asegura que se triplica el tamaño.
Y, a diferencia de las recetas tradicionales, no sigue nada de sartén, sólo azúcar moreno espolvoreado por encima y un soplete para quemarlo al estilo crema catalana. Encima, un toque final con canela en polvo y cítricos rallados. Y si te animas, puedes servirlo con una bola de helado.
Otros trucos para preparar unas buenas torrijas
Aunque hay mil formas de prepararlas (al horno, con almíbar, rellenas o con licores), hay detalles clave que nunca fallan si buscas una torrija jugosa y muy sabrosas.
- Empieza por el pan. Lo mejor es que esté algo seco, del día anterior o incluso de dos. Así absorbe bien la leche sin romperse. El pan candeal o uno con miga compacta es ideal. Cortarlo en rebanadas de dos centímetros ayuda a que queden tiernas por dentro.
- Infusionar la leche también marca la diferencia. Canela, cáscara de cítricos y azúcar. Hay que calentarla sin hervir, dejar que repose y después mojar el pan con calma. Esa leche será la base de todo el sabor, así que hay que tratarla con mimo, no ir corriendo
- Si optas por la versión tradicional y decides freírlas, el aceite debe estar bien caliente (170-180 °C). Lo recomendable es usar aceite limpio y cambiarlo después de freír unas 15 torrijas para evitar sabores raros que terminan dañando todo.
Por último, es crucial servir las torrijas recién hechas. Templadas o a temperatura ambiente, pero no del frigorífico. Si sobran (algo raro), guárdalas en un sitio fresco, sin humedad.